Permacultura, o cultivo cultural de la tierra
¿Cómo cultivar culturalmente la tierra? Con respeto por ella, por supuesto, y por todas las especies que crecen en ella. Con un enfoque que las reconcilie entre sí en lugar de pelearlas. No todas las plantas son amables entre sí. El mundo de las plantas se parece al de las personas, unas se gustan y otras se pelean. Y el arte de gestionar una explotación de este tipo consiste en saber quién trabaja con quién y plantar las plantas unas junto a otras de tal manera que se apoyen mutuamente y florezcan maravillosamente.
La permacultura es la búsqueda de la sostenibilidad y la autosuficiencia en un ecosistema determinado. El tema es tan interesante como ambicioso, pero también tiene visión de futuro, por lo que merece la pena interesarse por él hoy en día.
¿Por dónde empezar?
Primero hay que dotarse de conocimientos. Y aquí tienes que elegir lo que más te conviene. Si te rodeas de personas con experiencia en el campo, merece la pena preguntarles cómo empezaron, qué dificultades encontraron y cómo trabajan ahora. Pronto publicaremos en nuestro blog entrevistas con profesionales de la permacultura, que también serán un excelente recurso. Pero si eres pionero en tu comunidad, puedes informarte en los libros. En Polonia está disponible «Permacultura. Aplicación práctica en horticultura, horticultura y agricultura’. Y si te manejas bien con el inglés, hay toda una gama de libros de texto sobre el tema.
Observación
La agricultura de permacultura requiere paciencia. Antes de ponerte a reorganizar tu parcela, primero debes observarla durante un año para comprender cómo afecta cada estación al entorno. Observa la insolación, la dirección del viento y las precipitaciones. A continuación, divide tu parcela en dos zonas
– de uso intensivo: más cerca de la casa
– uso menos intensivo: lejos de la casa.
¿Qué es el diseño permacultural?
A la hora de elegir las plantas, opta por la biodiversidad y las plantas perennes y que no se repelan entre sí. Diseña un sistema de recogida de agua de lluvia y de riego. Una parte integral de la permacultura es la pila de compost. Aquí es donde se transformarán los residuos orgánicos.
Cuando diseñe un jardín, cree bancales elevados, esto facilitará el cultivo y lo hará más organizado.
Cuando construyas dependencias y espacios habitables, utiliza materiales naturales y locales. Y, por supuesto, aplica el principio de residuo cero en todas partes.
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¿O ya tienes experiencia en la gestión de una granja de permacultura? Compártela en los comentarios o escríbenos.